Discretos, genuinos & británicos hasta la médula

Conquistando EE.UU.

 

Los lanzamientos de The Beatles en los Estados Unidos inicialmente se retrasaron por casi un año, cuando Capitol Records, filial americana de EMI, se negó a lanzar los sencillos «Please Please Me» y «From Me to You». Las negociaciones con sellos independientes de Estados Unidos llevaron a la publicación de algunos sencillos, pero los problemas de regalías y las burlas hacia el peinado «moptop» de los integrantes plantearon nuevos obstáculos. Una vez que Capitol comenzó a editar el material en Estados Unidos, en lugar de lanzar los LP en su configuración original, compilaron sus distintas grabaciones en diferentes álbumes, y publicaron canciones en sencillos de su preferencia. El éxito definitivo en América llegó cuando se emitió un reportaje sobre la Beatlemanía británica, provocando gran aclamación entre el público norteamericano, lo que llevó a Capitol a lanzar «I Want to Hold Your Hand» en diciembre de 1963. El primer viaje que realizaron a Estados Unidos estaba preparado para unas semanas después.

Cuando abandonaron el Reino Unido el 7 de febrero de 1964, unos cuatro mil aficionados reunidos en Heathrow comenzaron a saludar y gritar cuando la aeronave despegó. «I Want to Hold Your Hand» había vendido 2,6 millones de copias en los Estados Unidos durante las dos semanas anteriores, pero aún sentían cierta incertidumbre sobre el recibimiento que tendrían a su llegada. Al llegar al recién rebautizado Aeropuerto Internacional John F. Kennedy fueron recibidos por otra multitud vociferante, estimada en alrededor de tres mil personas. Su primera aparición estadounidense la llevaron a cabo en el programa The Ed Sullivan Show el 9 de febrero de 1964, siendo vistos por aproximadamente 74 millones de espectadores —casi la mitad de la población del país por entonces—. A la mañana siguiente un periódico escribió que The Beatles «no podían llevar la misma musiquilla cruzando el Atlántico», pero un día después de su presentación debut en Estados Unidos, por primera vez la Beatlemanía se hizo ver en el Washington Coliseum. De vuelta a Nueva York el día siguiente, se presentaron con otra gran acogida en el Carnegie Hall. Después de una semana aparecieron en el Ed Sullivan Show por segunda vez, antes de regresar al Reino Unido el 22 de febrero. Durante la semana del 4 de abril habían logrado situar doce de sus canciones en el Billboard Hot 100, incluyendo los cinco primeros lugares. Esa misma semana, un tercer LP estadounidense se unió a los otros dos que ya estaban en circulación. Los tres llegaron a los primeros lugares en la lista estadounidense de álbumes. El éxito que habían obtenido en los Estados Unidos provocó la denominada invasión británica: la llegada de una serie de nuevas formaciones musicales británicas que lograron ser populares en Estados Unidos después de la llegada de The Beatles. El peinado del cuarteto, inusualmente largo para ese tiempo, continuó siendo objeto de escarnio de muchos adultos, pero ampliamente adoptado como emblema cultural de la juventud floreciente.

En junio de 1964 realizaron una gira internacional durante la cual la banda actuó en treinta y dos conciertos en solo diecinueve días. Los lugares de actuación fueron en Dinamarca, Hong Kong, Australia y Nueva Zelanda, y en todos ellos fueron recibidos con gran entusiasmo. Starr se encontró hospitalizado después de una amigdalectomía durante la primera mitad de la gira, y Jimmy Nicol fue el encargado de tocar la batería durante su ausencia. En agosto volvieron a visitar Estados Unidos, con una gira de treinta conciertos en veintitrés ciudades. Generando una aclamación inmensa una vez más, la gira atrajo entre diez y veinte mil aficionados en todos los conciertos. Sin embargo, su música apenas era audible. El sistema de amplificación en ese momento era modesto en comparación a los equipos modernos posteriores, y los pequeños amplificadores Vox que usaban tenían dificultades para competir con el alto volumen del sonido generado por los gritos de los fans. Obligados a aceptar que ni ellos ni su público pudieran escuchar los detalles de sus actuaciones, la banda comenzó a aburrirse cada vez más de la rutina de los conciertos y las giras.

Al final de la gira de agosto, estando en Nueva York, les presentaron a Bob Dylan por iniciativa del periodista Al Aronowitz. Cuando lo visitaron en su suite del hotel, Dylan los inició en el consumo de cannabis. El historiador musical Jonathan Gould señaló la importancia musical y cultural de esta reunión, ya que los respectivos fans de los músicos eran «percibidos como habitantes de dos mundos culturalmente separados»: el público general de Dylan eran «chicos de la universidad con inclinaciones artísticas o intelectuales, un idealismo político y social naciente, y un estilo ligeramente bohemio» en contraste con la audiencia de The Beatles que eran unos «verdaderos ‘adolescentes’—chicos de secundaria o primaria, cuyas vidas estaban totalmente envueltas en la comercializada cultura popular de la televisión, radio, discos de música pop, revistas, y la moda adolescente. Fueron vistos como idólatras, no como idealistas». Seis meses después de la reunión, «Lennon habría de hacer grabaciones en donde imitaría abiertamente el tono nasal de Dylan —de estilo frágil— y su personalidad vocal introspectiva». Al cabo de un año, Dylan «procedería —con la ayuda de un grupo de cinco personas y una guitarra eléctrica Fender Stratocaster— a sacudirse su fama de autor folk auténtico que permanentemente llevaba a sus espaldas»; «se habrán evaporado casi las diferencias entre el público del folk y el rock»; y la audiencia de The Beatles «mostraría signos de crecimiento intelectual».

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